HISTORIAS PARANORMALES
Entes Buenos
"Cuando
era pequeña, tendría más o menos 6 o 7 años, fui con mi madre a
visitar a una tía suya. Estaba aburrida como cualquier niña
visitando a gente mayor, así que decidí ir a la segunda planta por
mi cuenta y jugar por allí. Subí y me encontré ese gran balcón,
con altas puertas corredizas de vidrio, y unas cortinas flotantes y
frágiles sobre ellas. Decidí que sería divertido girar debajo de
ellas, y luego caminar para que recorrieran mi cara como
un velo. Cosas de niños pequeños. El problema era que esas cortinas estaban pegadas a las escaleras y no había barandilla. No había nada que hacer, una dura caída por esas escaleras hubiera sido más que doloroso , pero no pensé en ello mientras jugaba.
``Sentí
que una mano me agarraba la parte de atrás de la camiseta, lo
suficientemente fuerte para que yo dejase de caminar´´
Comencé
a girar de nuevo bajo las cortinas, sin poder ver nada y empecé a
andar. Entonces sentí
una mano que me agarraba la parte de atrás de la
camiseta, lo suficientemente fuerte para que yo dejase de caminar, de
repente sentí otra mano muy diferente a la otra que tiraba hacia
atrás de la cortina que tenía puesta sobre la cara, dejando ver que
yo estaba justo en el borde de las escaleras, a punto de caer.
Cuando
me giré, pensando en que había sido mi madre o su tía las que me
habían agarrado, vi que estaba yo sola en aquella habitación, que
no había nadie, nada. Así que me asusté tanto que bajé
las escaleras gritando. Fue entonces cuando la tía de mi
madre decidió contarme que hacía unos 80 años, una mujer, a pocos
días de su boda, perdió la vida en el segundo piso. Nunca le hacía
daño a nadie, pero a veces la veían junto a la ventana mirando
hacia fuera, o paseando por la planta de arriba. La verdad que le
doy las gracias por ayudarme y no dejar que me rompiese
la cabeza por las escaleras, pero recuerdo que siendo una
niña me asusté mucho".
LA CASA DEL DIABLO
La leyenda de la Casa del Diablo lleva muchos años causando terror entre los habitantes del municipio canario de Telde, así como en sus alrededores. Y es que se dice que esta antigua construcción, ubicada en el barrio de San Francisco , siempre ha estado poseída por fuerzas malignas con las que es mejor no tratar.
Varela
adquirió un gran número de tierras, construyó haciendas y
parcelas para montar sus sembradíos de plátanos. º. No obstante,
las malas lenguas aseguran que nada de esto habría sido posible sin
la intervención de las artes ocultas, a las cuales él era muy
asiduo.Pronto comenzó a llamar la atención de que en la propiedad
de Varela, empezaban a desaparecer niños y trabajadores con cierta
frecuencia. Ocurría más que nada, cerca de la llamada Mansión
Manuelita, una enorme casona de bella arquitectura, en la que el
hacendado se había mudado con todos los lujos posibles.
Levantada
en 1938, la leyenda afirma que fue construida por el mismísimo Satán
y que debajo de la misma, existía (o existe), un largo túnel en el
cual Varela ingresaba cada noche, sosteniendo una veladora negra y un
pergamino, el cual iba leyendo a medida que caminaba entre la
oscuridad. Él y el maligno tenían un peligroso pacto: a cambio de
riquezas y poder, y el éxito en cada uno de los negocios que
emprendiera, el empresario lo proveería con sacrificios humanos.Cada
muerte, cada desaparición, pronto fueron atribuidas a este demoníaco
acuerdo. Nadie se atrevía a acercarse a la Mansión Manuelita y
menos por las noches, pues los lugareños juraban que las huestes del
infierno se reunían allí para llevar a cabo sus horribles
banquetes, devorando a los pobres infelices que eran atrapados entre
los sembradíos.
EL CASO DE LA HUÉRFANA
LAS GEMELASPOLLOCK EL EXPERIMENTO MAS ATERRADOR DE LA HISTORIA
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